martes, 13 de agosto de 2013

Si, si quiero...

Aun tenia en el cuerpo el corrientazo de ese primer beso... 

Ya los nervios se habían calmado un poco y me sentí mas cómoda en el lugar, ella me hizo sentir mas cómoda, no era fácil para mi, haber esperando meses, imaginado, soñado, luego viajar unos cientos de kilómetros para verla y saber que ya ese era el momento, que lo estaba viviendo, que era real... 

Me provocaba, clavaba sus profundos ojos en los míos, no podía controlarlo, estaba nerviosa, yo, que se suponía iba a dar el primer paso, me sentí intimidada por ella... Con sus miradas, con sus sonrisas y palabras me ponía muy nerviosa, pero no podía negar que moría de ganas por besarla... 

De repente estábamos muy cerca, jugaba a provocarme y yo la tenia a escasos centímetros, se me acerco, me le acerque, y no pudimos evitar el beso, no quería evitarlo, suelo pensar que fui yo quien la beso, que fui yo quien se lo di, ella suele pensar que fue ella, a estas alturas creo que fue un deseo incontrolable de las dos... 

La bese muy despacio, sentí la humedad de sus labios, sentí su sabor, la agarre contra mi, mientras la besaba y respiraba con fuerza, estábamos ahí de pie, yo casi perdiendo el equilibrio, un corrientazo me recorrió de pies a cabeza y se alojo en mi estomago, ahí donde dicen que se posan las mariposas, quizá el beso no fue muy largo, tampoco fue muy corto, pero yo sentí que disfrute una eternidad, fue pleno ese momento del primer beso, mejor de lo que hubiese imaginado, sin perder detalle pude sentirla... 

Iban pasando los minutos, aun sentía los nervios de tenerla cerca, tan hermosa, tan sexy, tan tierna, me hablaba con tanta naturalidad, acaso no estaba nerviosa?, acaso yo era la única que parecía una tonta al lado de ella?... Cada segundo a su lado me parecía un sueño, me sentía feliz, importante, enamorada... 

Nuestros cuerpos se encontraron mas en la intimidad, ahí estaba yo, encima de ella, besándola, sentía muchas cosas, tenia muchas cosas guardadas en mi, muchos besos para ella, mucha pasión para ella, estaba ahí, moviéndome encima de ella, sentía muchas ganas en ese momento, no lo podía ocultar... 

Ella hizo que el momento se congelara, se detuvo en sus palabras... "Yo no se si tu me lo vas a decir, pero yo si te lo voy a decir"... De repente no pensé nada, no sabia que me diría  pero las palabras siguientes se clavarían en mi hasta el día de hoy (y se que para siempre...), "Quieres ser mi novia"... Yo que estaba ahí, fascinada por ella, por su cuerpo, por su encanto, por sus besos, que estaba ahí llena de toda esa pasión, que me provocaba tenerla, me quede sin aliento, la mire a los ojos, quizá eso duro un segundo, pero sentí que muchas cosas pasaron por mi mente en ese momento, sabia la respuesta, la sabia con certeza, pero no me imaginaba que ella me dijera eso, sabíamos que eramos algo, algo que no tenia titulo, y de repente ella estaba ahí poniéndole el titulo con toda la seriedad del caso... 

Sonreí, la mire fijamente y la bese, mientras la bese volví a sonreír, levante nuevamente mi cara, la mire y le dije, "Si, si quiero ser tu novia"...

Desde ahí empezó una de las historias mas bonitas que pueda contar, de esas historias que vale la pena vivir una y mil veces... 



Eliiana García

viernes, 9 de agosto de 2013

Mis Pupilas...

Esa noche sus ojos reflejaban un brillo nunca antes visto, ya había visto sus pequeños ojos, ya había visto brillo en ellos, pero el brillo de esa noche era especial, de ese que parece que ilumina el lugar, de ese al que parece salirse una chispita, si, una chispita de lo mucho que brillaban.

Esa noche me sentía muy enamorada, habíamos hecho el amor, estábamos cansadas, sin embargo muy enamoradas, lo estaba yo, lo estaba ella, yo podía sentirlo.

Se puso hermosa, mas hermosa de lo que era, se puso hermosa para mi, se veía muy sexy, encantadora y yo al mirarla no podía ocultar la felicidad que sentía de tenerla así tan cerquita, de romper con todos los esquemas del amor, de viajar unos cientos de kilometros por ella, y por mi obviamente, quería verle, quería sentirle, quería amarla.

Tuvimos algo así como una cena romántica, un bonito lugar, una muy buena comida, el lugar se prestaba para que a parte de que nuestros ojos brillaran, los sentidos se estimularan, el corazón palpitara rápido, los poros sobresaltaran, los ojos brillaban y las pupilas se dilataran...

Ella me lo dijo "tienes las pupilas dilatadas", yo no sabia muy bien que significaba, si era bueno o malo, si era exceso de amor, o causa de una tarde de placer, si era cansancio o si era sueño... Mis pupilas estaban muy grandes y yo a través de ellas miraba el brillo de sus ojos.

La noche fue muy linda, ella y yo ahí juntas, mirándonos, disfrutando la cena, y lo romántico del lugar, fue bonito siendo modestos al describirlo, a veces las cosas tan hermosas y tan especiales, son difíciles de describir con letras, y simplemente las guardas en el corazón.

Ese día estaba muy enamorada, aunque siempre lo estoy, esos momentos son lindos y especiales, te marcan, porque tienes en el corazón un montón de sentimiento, la piel esta llena de cada espacio de ella, su belleza, sus ojos, se respiraba amor, no se podía negar.

Terminamos de cenar, de disfrutar de aquel bello lugar, quizá mis pupilas seguían dilatadas, así como sus ojos seguían brillando y nos fuimos como siempre agarradas de la mano.

Tiempo después quise buscar el porque se dilatan las pupilas, hay diferentes motivos, pero según las emociones sentidas aquella noche me quedo con lo siguiente:
"Cuando miramos algo agradable, especialmente una persona que nos gusta, la pupila suele dilatarse considerablemente". "la excitación sexual, si una persona nos atrae sexualmente, nuestras pupilas nos delatarán".

El significado no pudo ser mejor, no pudo ser mas que la hermosa verdad de lo que sucedió aquella noche:

-Cuando una persona o cualquier otra cosa nos excita poderosamente la atención, es como si el cerebro le dijera a nuestros ojos: “Abrid bien las pupilas que no podemos perdernos ni un detalle de lo que estamos viendo”-


Eliiana Garcia