Hace mas de una década me regalaron mi guitarra clásica, recuerdo que la vi encima del camarote y me hice la que no la había visto para no dañarle la sorpresa a mi mama, me hizo muy feliz recibir esa guitarra y desde entonces ha sido una lucha por aprender a tocarla, al principio empece en el colegio toque un par de canciones entre ellas "Limeña", creo que esa fue mi primer cancion, no tenia ciencia el ritmo y las notas pero fui feliz cuando se la cante a mi mama, ademas porque es de esas canciones de los papas y hasta los abuelos.
Como todo en mi vida deje la guitarra a medias, ahí en un rincón de mi casa, con mas de un intento fallido por volver a tocarla.
Veía vídeos en internet, pero no lograba entender y mas cuando las notas eran en letras, me decía, que carajos quiere decir "Am"... Y bueno aprendí a tocar una que otra, dándome cuenta que lo mio definitivamente no era cantar, pero que quizá no debía renunciar a tocar la guitarra.
Aprendí a tocar punteos, era lo mas sencillo y lo que mas me gustaba, por lo menos sonaba a algo, me aprendí canciones muy representativas como el cumpleaños feliz, la cucaracha, arroz con leche, tutaina, entre otras (jejeje).
Hoy mas de 10 años después he vuelto a revivir esa pasión por tocar guitarra, Dios o la vida (en lo que quieran creer), o ambas me pusieron una bonita oportunidad y fue dedicarme a aprender a tocar guitarra, aunque no precisamente guitarra clásica, pero al fin y al cabo guitarra y el hecho que sea guitarra eléctrica, me ha hecho entusiasmar mucho con la idea, regalándome esa chispa de cosas que me apasionan, chispa que a veces se va perdiendo, con el trajin del trabajo y la monotonía de los largos días.
Eliiana García
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