Pedí un subway de atún con adición de guacamole, en pan integral, muchas aceitunas, mucha salsa y pepsi light para compensar la dieta y me senté en las mesas, por estar sola intuí que me tocaba compartir la mesa, me senté junto a la ventana y empece a comer, con la esperanza de que nadie se sentara al lado mio.
Y bueno llego él, un tipo promedio, se le notaba lo paisa por encima, no muy alto, pero una estatura buena, desde mi punto de vista (yo me entiendo), una barba de 4 días organizada y bien vestido, yo seguí comiendo como si no hubiera detallado todo lo anterior y entonces me saludó "Hola que mas", yo sonreí y le dije "Hola, bien y tu", pero por dentro me decía, ay no! me va a poner conversa, y así fue!.
Seguí comiendo mientras el disfrutaba su subway del día con una botella de agua, en ese momento recordé que mi pepsi ligth ni era tan ligth, pero seguí comiendo, mientras el parecía un poco hiperactivo, vio mi tatuaje y dijo "que dice ahí, focus que?", le complete "focus on the good", sonrió y dijo, "ah bien", no recuerdo como siguió la conversación, con lo cortante que suelo ser, pero me contó que tenia una cita, que estaba cogido del día y que comerse un subway era la mejor opción, le afirme lo que decía, y le comente que yo tenia una reunion a las 2, creo que lo invente, por si tenia que salir corriendo de ahí rápido, el punto es que a pesar de lo cortante que soy y lo poco que me gusta interactuar con desconocidos, el chico de barba de 4 días y camisa blanca impecable con mangas recogidas, me hizo sentir bien durante el almuerzo, fue agradable hablar, como si nos conociéramos pero casi con la certeza de que no nos volveríamos a ver.
Un día sentí que estaba en otro mundo, con otras personas, con nuevos amigos, nuevas sensaciones, fuera de si, fuera de mi y entonces ese día termino con un "Que te vaya bien en tu cita", "tu también que estés muy bien", una sonrisa en los labios y de vuelta a la realidad.
Eliiana García
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