Cada noche que llego y el esta despierto salta de la emoción al ver a su tía, asi como lo hace Venus cada día, ese pequeño instante lo llamo felicidad y entonces toda tristeza, todo cansancio se va, le pido besos y abrazos, le limpio sus moquitos, juego con muñequitos, le miro sus ojos pequeñitos y expresivos, me regala sonrisas y palabras que no entiendo, pero que seguramente para el dicen mucho.
Y entonces viendolo a el, viendo como crece mas cada día, me empiezo a cuestionar nuevamente sobre el futuro, ese en el que pensé mucho y deje de pensar, solo porque creo que tengo que vivir el presente y lo veo a el y pienso nuevamente en un plan de vida, en un futuro, no es mi hijo, pero es como si lo fuera, y quisiera todo lo mejor para el, eso que no le dejare a los hijos que no tendré pero que se lo podría dar a el, y empiezo a entender que necesitas dinero, si quieres una buena salud para el, una buena educación, un deporte quizá, luego miro alrededor, su familia, su madre, su padre, sus tías, sus abuelos, y se que aunque esas cosas son muy importantes, nada tan elemental como un bien ejemplo, una buena educación, que le darás todo, pero si no le das un buen ejemplo de nada servirá.
Y me siento triste, porque se que ese buen ejemplo no esta solo en mi, que de hecho yo seré un 1% del ejemplo y que sus padres sera el 90%, pero quizá a este paso, no veo mucho futuro en ese ejemplo, yo por ejemplo creo que las pocas cosas buenas que tengo son por mi madre, ella cada día es una ejemplo de fuerza y tenacidad, pero a la vez es un mal ejemplo a la hora de tomas decisiones y bueno mi papa es un mal ejemplo en casi todo, también soy consiente que uno en su mayoría es el resultado de lo que escoge ser, pero que es indiscutible que la familia, tus padres y el ejemplo te van formando en ciertas cosas y manías.
Yo solo puedo decir que Juan Pablo es una parte de esas pequeñas cosas que me llenan, una parte para esperanzarme a ser mejor, en estos tiempos en los que la esperanza se ha ido perdiendo o en los que me encuentro un poco fuera de foco, creo que ahora es, que las cosas hay que hacerlas y hay que trabajar, cultivar para hacerlas y obtener buenos resultados.
Mi sobrino es felicidad, ternura, esperanza, se ha convertido en una personita que me llena, que como escribí al principio y vale la pena resaltar: Es ese hijo que quiza nunca voy a tener, ese pedacito de los buenos recuerdos que tengo con mi hermano, esa pequeña esperanza de la familia, ese pedacito de amor que me llena de ternura y felicidad, esa, esa es la dosis de felicidad a mi vida.
Eliiana García
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