Yo si la llame y no por hacerla sentir mal, no por recalcar algo, es mas bien por algo que solo se llamar como "amor", yo no puedo ni odiarla, ni olvidarla, ni mucho menos descuidar una fecha como esta, es la fecha de su nacimiento, celebrar la vida y porque aunque puede que la vida siga, yo no puedo olvidarla, ni dejarla de querer, ni dejar de desearle lo mejor.
Y entonces se me puso la boca seca, es increíble que a pesar de los años, las circunstancias, las personas y todo lo demás, yo me ponga así, tantos sueños perdidos, tantas cosas mal dichas, tanta felicidad a la basura y escucharla pareciera que siempre*, SIEMPRE, va a generar lo mismo.
No quería tener una pausa al saludarla y felicitarla, no podía escucharla mucho y en realidad tampoco podía hablar mucho, la voz empezó a quebrarse, el alma a arrugarse, los ojos a aguarse y ya solo quería desearle lo mejor y terminar esa llamada.
Y terminó y entonces no podía tragar saliva y sentía una presión en el pecho y entendí, que si, la vida siguió sin ella, que yo seguí mi vida, con mis sueños y metas, pero que aunque la vida siga, todo este ser, todo este corazón, toda esta alma, no la olvida y es como si cada vez que la escuchara, una parte de mi me reprochara haber fallado, no haber aguantado y bueno todo lo demás.
Y acá estoy escribiendo esto, con el mismo nudo en la garganta, la misma sensación, las mismas lagrimas, porque puede que la vida siga, pero mi piel, mi corazón, mi ser, no la olvida.
*Siempre: 1. En cualquier momento del tiempo, sin interrupción; se puede referir a la totalidad del tiempo o a la totalidad del tiempo considerado. "la tierra siempre gira; siempre te querré"
2. En todas las ocasiones en que es posible o se dan las circunstancias apropiadas, o con mucha frecuencia.
Eliiana García
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