viernes, 18 de agosto de 2017

La Otra

Es un titulo algo cruel, pero realista ante todas estas situaciones, donde pienso en Alejandra pero estoy con otra.

Hace un par de días estoy un poco sensible al ver como un par de años para acá la vida me cambio tanto, para bien y para mal, en ese par de años compartí mis días con Melisa, una niña encantadora, joven, llena de energía, vida, alegría, nobleza y llena de un montón de miedos, tristezas y vacíos y fue ella quien se me cruzo en el camino, mientras mi relación con Alejandra tambaleaba, escribo esto porque necesito hacerlo, porque Melisa ha sido y aguantado mas de lo que puedo imaginar y aun así yo siempre pienso en alguien mas, amo a alguien mas y sentir eso, es una sensación demasiado miserable para mi como ser humano, me vuelve un ser descarado, insensible, insensato, y nadie sale lo que eso hace en el alma.

Hoy escribo para la otra, después de tantos años de extrañar, pensar y llorar a Alejandra aun teniendo a la otra a mi lado, porque muchas veces hice el amor con Melisa pensando en alguien mas y si eso me convierte en un ser demasiado repulsivo, pero con todo lo que tengo acá ahora solo pienso en soltar y liberar.

Melisa es una niña, aun después de 2 años de haberla conocido sigue siendo una niña, yo estaba sentada con mis amigos en una discoteca, y pasadas las 12 de la noche ella llego, nos miramos, como suelo mirar a tantas mujeres, y no pensé que cambiarían tantas cosas, finalizando la madrugada, ella se acerco a mi y me invito a bailar, no lo niego bailamos bueno, la noche termino y en un juego iniciado por uno de mis amigos ella consiguió mi numero y yo tenia el de ella en mi celular. Un par de días después hablamos, creo que todo este encuentro fue mas una jugada de mi amigo que algo que yo realmente buscara, pero llegó.

Hablamos un par de veces por whatsapp, yo aun continuaba con Alejandra, mal, pero continuaba, pasado un tiempo, aun no se cuanto, un mes quizá, nos volvimos a ver, en un plan propiciado por mis amigos también y fue ese el detonante de todo esto, hubo películas, risas, miradas y una foto, tan diciente, que luego fue el acabose de todo, unos meses mas tarde, en medio del caos, Alejandra vería esa foto, entendí que las fotos encierran un instante, solo un pequeño instante, una fracción de momento, un segundo y que incluso puede llegar a hacer imaginar todo un mundo de situaciones y eso pasó.

No recuerdo muy bien como era todo con Alejandra en este instante, quizá en el fondo me estaba dejando fascinar por la energía, ternura y cercanía a Melisa, eso que tanto me hacia falta de Alejandra, cuando sentí que se estaba volviendo fuerte, me aleje de Melisa, yo amaba demasiado a Alejandra, se había convertido en mi principio y mi final, me vi con Alejandra, fue uno de los momentos mas lindos que he vivido con ella y recordé todo eso que la amaba, pero carajo, volvía la distancia, toda esa distancia que no estaba solo en kilómetros, sino en afecto, atención y otras cosas mas, pasado el tiempo, volví a ver a Melisa y ya en ese momento mi vida era demasiado enredada, como para saber que camino coger.

Yo escribo esto y no puedo evitar sentirme triste, como una persona, una situación, una debilidad o sea lo que sea, nos puede cambiar tanto la vida, porque si, me cambio, no soporte mas la distancia y me lance a renunciar a mi principio y mi final, a renunciar a ese amor, a esa persona, a todo eso bonito que había vivido y soñado, por tener algo cerca, algo de afecto, atención, y entonces le abrí la puerta a Melisa aun sin haber sacado a Alejandra y han pasado dos años de cargar con esas decisiones, de las cuales ya no me voy a arrepentir, porque fue lo que elegí.

Termine con Alejandra sin terminar y empece con Melisa sin empezar, la mayoría del tiempo estuve mas con Alejandra que con Melisa y entendí que realmente la distancia no es nada para un alma enamorada, mi cuerpo estaba acá, sentía con Melisa, pero mi alma estaba alla, sintiendo a Alejandra.

Me fui para estados unidos, pensé tantas cosas y nuevamente extrañe mas a Alejandra que a Melisa, aun cuando Melisa estaba mas pendiente de mi, que rara suelo ser.

Melisa me ha dado TODO lo que he querido de Alejandra, atención, ternura, detalles, dedicación, pasión, tiempo, quien no quiere eso de su pareja?, sin embargo ahí estaba yo de estúpida pensando en Alejandra, pero Alejandra me dio un par de cosas mucho mas importantes y entonces he entendido que nunca lo tendrás todo y que en ocasiones tendrás que escoger entre una cosa y la otra y renunciar a otras.

Después de mi viaje a Estados Unidos lo primero que pensé fue en Alejandra, no llevaba un día de haber llegado y me fui para donde ella, dispuesta a hablarle de todo lo de Melisa, la vi y mi corazón volvió a sonreír, físicamente no era una reina y ella tenia mas complejos sobre su apariencia que nadie, pero tenia cosas que me atraían, su estatura, su contextura, sus piernotas, sus ojitos pequeños, su sonrisa, o mas bien sus labios que me provocaba besar, me gustaban sus manos y sus uñas, pero sobre todo me gustaba todo lo que veía adentro al mirar sus ojos, ese día le prepare una cena, cenamos mirando el cerro de las tres cruces y luego hablamos, lloramos, peleamos, gritamos, confesé todo, ella confeso todo y aparentemente nos habíamos perdonado, luego salimos, bailamos, nos besamos, creo que ese beso no lo olvidare, yo sabia todo lo que había pasado y hecho, pero estaba perdida en ese momento, creo que los momentos que vivía con ella me ponían "Afuera del Planeta", estuve ahí besándola y ella me gustaba y mas que gustarme ella era mi alma, mi ser, mi vida, ella daba sentido a cada beso a cada caricia, y no quería parar de besarla y ella puso el freno y el beso paro.

Cansadas ya en su cama nos recostamos, no paso nada mas de unos pequeños besos y un par de caricias y dormimos, si dormí, como hace mucho no duermo con alguien.

Yo pensaba que seria un nuevo renacer, un nuevo comenzar, juro que lo quería así, pero adivinen, llego la distancia, llego el adios, llego la realidad, LA REALIDAD, y entonces llegue a Medellin, con mis miedos, tristezas, vacíos y entendí que no funcionaria, que solo funcionaria a su lado, que ya era demasiado daño, demasiado tiempo y demasiada distancia. No pude mas.

Se acabo sin acabarse, porque a ver, el amor sigue acá, pero la distancia también.

Y volvió Melisa, ella supo que estuve en Cali, lloro, me dijo mil cosas, pero estaba ahí por todo lo que sentía y me busco, e intento mucho tiempo ahí, para que al final yo elegí, lo intente con Melisa, quizá merecía vivir algo diferente, pensaba que eso era lo que me hacia falta.

Melisa, creo que no podría describir el montón de cosas que hizo en mi y que después de pensar en Alejandra valen poco para lo que siento por cada una, es decir, siempre lo de Alejandra sera mas fuerte, pero siempre lo entregado por Melisa sera mayor, aunque cantidad no signifique calidad, las dos tan diferentes y tan diferente lo que siento por cada una.

Iba a escribir para "la otra" y termine diciendo mas cosas de Alejandra, creo que eso da una idea de lo que siento, hoy se que no será Alejandra, pero tampoco será Melisa, hoy se que por andar tan "enamorada" de Alejandra quizá desperdicie todo el cariño de Melisa, o que quizá por ser tan débil y no haber sabido aguantar y esperar, perdí mi rumbo, mi vida, mi felicidad, o perdí a Alejandra, hoy se que quizá todos los días que me queden, viviré una especie de condena, pensando en las dos, pensando en Alejandra y en todo lo que me cambio la vida desde el momento que la conocí y la deje, en todo lo que me cambio la vida desde el momento que conocí y sentí a Melisa, con la esperanza de que en un par de años, conozca un alma mas fuerte que la de Alejandra y un corazón mas alegre que el de Melisa o quizá muera así o quizá no.

A Alejandra la amo e intento dejarla de amar, a Melisa la quiero e intente amarla, pero ahora solo intento soltar, en cuanto a mi, no se cuando amor deje de darme por andar pensando en alguien mas.

Eliiana García

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