lunes, 2 de diciembre de 2013

Verte partir...

Agarraste mi mano y casi como pasa en las películas, el carro arranco y tu no soltaste mi mano hasta que el carro llevaba algunos metros en reversa... Y te fuiste, te vi partir, te vi caminar, mientras miraba con malicia tus caderas, mientras veía tus hermoso y rebelde cabello moverse, te vi partir, y un suspiro se me clavo en el corazón y fue inevitable soltar una que otra lagrima en el camino, mientras buscaba en el paisaje algo con que calmarme, pero esa ciudad, esa ciudad solo me hacia pensarte mas...

Aun escribiendo esto tengo el recuerdo de como te vi partir, tus jeans, tus vans azules, tu blusita que no conocía, y el morral rosado, así te vi por ultima vez, de espaldas caminando lejos de mi, mientras el carro reservaba... Tuve la sensación de que quizá esa seria la ultima vez que te vería, la vida da muchas vueltas, la vida puede cambiar en un segundo, hoy estamos mañana quien sabe... Por eso te contemple hasta que ya no pude verte mas.

Verte partir, me arruga el corazón, me revuelve el estomago, me deja un vacío que pocos podrían entender, y sin embargo a pesar de nuestras ideas diferentes, de que tus sueños vayan por el norte y los míos por el sur, a pesar de lo difícil que suelen ser las despedidas, a pesar de las dificultades que tenemos, nunca pierdo la esperanza de verte pronto, sonreír a tu lado, ver tus pequeños ojos, sentir tus cálidos besos, aunque luego tenga que volver a verte partir...


Eliiana García

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