Ella tiene ese encanto de hacer el amor con fuerza y sutileza, me hace suya en cada beso, en cada abrazo, en cada roce de su lengua con mi cuerpo, cada que la yema de sus dedos acarician mi cuerpo, cada que esta dentro, muy dentro de mi.
Yo voy besándola lentamente, besos que se van volviendo mas apasionados, siento su lengua jugando con la mía, siento su sabor, mientras con mis manos acaricio su cuerpo, parece que la respiración se cortara, se parara y luego se agitara.
Con mi lengua recorro su cuerpo, su cuello, sus senos y me instalo allí, saboreandolos, mordiéndolos, mientras ella respira con mas fuerza. Con las ganas de probarla, sigo bajando por su cuerpo, llegando a ese punto donde se excita, pasando muy lentamente la punta de mi lengua, mientras me preparo para sumergirme en sus fluidos, saboreo ya no tan lento esa parte húmeda de su cuerpo, mientras puedo observar como se estremece como sus gemidos tan sutiles van haciendo que ahora mi cuerpo se estremezca con tan solo escucharla, escucharla gemir.
Ella desespera y yo subo lentamente por su cuerpo hasta su boca, mientras la observo perdida en el deseo.
Mis gemidos ahogan los suyos, cada vez que ella me da instantes de placer, pero no paso desapercibido ese momento en el que tu respiración se agita, en el que la escucho gemir.
En un juego de besos, caricias, pasión y deseos exploramos nuestros cuerpos y nuestros puntos sensibles, yo la estimulo y ella me estimula mientras nuestra respiración se acelera y la habitación se llena de nuestros gemidos de placer, como me encanta escucharla gemir y como me hace gemir cada vez que me toca con sutileza, con fuerza, cada vez que esta dentro de mi.
En las noches de soledad en las que ella no esta conmigo, cierro los ojos y siento que escucho sus gemidos, un cosquilleo me pasa por el cuerpo, de solo recordar como se pone cuando la toco, de solo recordar como me pone cuando me toca.
Hace un buen tiempo que no la escucho gemir y acá me encuentro escribiendo sobre su cuerpo que quiero sentir y sobre esos gemidos que tanto extraño y quiero volver a escuchar.
"Se descubré tanto en la cama… Yo cada noche en la tuya, sé que el mundo se hace de letras que gimen y pieles que desean."
Eliiana García
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