Hoy de camino a la universidad (suelo filosofar en ese trayecto), me puse a pensar en la conexión que tengo con ella, ha pasado casi un mes o mas, no se a veces se hace eterno, desde que terminamos, o para que ella se sienta mejor, desde que YO le termine, pero aun así, a pesar del error y de la decisión, es increíble la conexión tan grande que tengo con ella, yo no lo llamaría costumbre, sino mas bien así, una conexión, con ella, con su ser, con su alma.
La necesidad de escucharla, de saber de ella, de contarle de mi, de compartirle mis alegrías, mis tristezas, mis triunfos y derrotas, de quejarme y renegar por esas cosas que nadie escucha, de hacerla feliz, de hartarla de mi, aunque eso ultimo por estos días, es fácil, hasta con solo respirar, pero independientemente de eso, hay una conexión con ella, de acá para allá y de allá para acá, así lo siento yo, porque aun en medio de la rabia, la decepción y el desamor que ella pueda sentir respecto a mi, ella tiene una conexión conmigo, así ya no la quiera, cuando tocas un alma, la tocas para siempre.
Y fue así como recordé las cientos de conexiones que he hecho a través de la vida, desde esa niña pequeña llamada Elizabeth con la que me di el primer beso jugando con las muñecas, en medio de aquella inocencia y que nunca mas volví a ver, pero que aun así recuerdo, hasta esas ex, de 2 meses o 6 meses al fin y al cabo mis relaciones no han sido muy largas, y todas esas pequeñas y grandes amistades que uno va haciendo a través de la escuela, el colegio o la universidad, tantas conexiones que quedan, aunque ya no se pase información por ahí, es un lazo que queda ahí, no se toca, pero tampoco se rompe, aunque supongo que hay conexiones tan débiles que a través del tiempo no queda sino el deterioro y ella sola se va rompiendo, pero podría yo asegurar que hasta con la decepción mas grande si la conexión es fuerte, dudo mucho que se rompa.
Tengo varias conexiones especiales, a veces sueño con la mona, esa amiga de colegio que tanto quise y nunca volví a ver o a hablar con ella, pero cuanto la quise, sueño varias veces con ellas y pensaría que es una especie de conexión que mi alma hizo con ella, tengo conexiones especiales con ex que veo de cuando en vez, y con ex que nunca mas he vuelto a ver, tanta es la conexión con ciertas personas, que regresan de un modo u otro, vuelves a saber de ellas, y lo mejor que a pesar de el dolor que pudo dejar esas separaciones, uno vuelve simplemente a ser feliz, y a ser feliz me refiero a hablar desde la paz y desde el encuentro de esas almas.
Hay conexiones fuertes que siempre están ahí desde que naces, la conexión con tu mamá, que no solo involucra, todo eso del alma, sino del cuerpo también, la manera tan linda como te conectas con ella a través del cordón umbilical, la conexión que empiezas a hacer con Dios, que te da la vida, y a través del camino empiezas a reconocerlo y a reconocer la grandeza de sus maravillas, la conexión con tu familia, con tu sangre, definitivamente las conexiones son de cierto modo lo que permite tenernos mas humanos, los unos, con los otros, recordar de donde somos y a donde vamos, de donde venimos, con quien estuvimos, estamos y estaremos.
Cada conexión con una persona es una nueva puerta a un mundo de sentimientos, de vivencias y de oportunidades, quisiera yo que mi conexión con ella se fortaleciera, siguiera firme a través de los años, pero quien sabe, quizá sea tarde ya, quizá yo he roto vínculos importantes en esa conexión, quizá quiera crear otros caminos nuevos de conexión o quizá sea una conexión que se vaya debilitando con el tiempo, no se que pasara, solo puedo saber y sentir, que es una de las conexiones mas fuertes que tengo en mi alma y que nunca se romperá.
Todos somos vibraciones, una conexión y lo que sale de ti, regresa.
Eliiana García
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